Estos son algunos términos que debes manejar para conocer tu seguro

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Estos son algunos términos que debes manejar para conocer tu seguro

En ocasiones, el lenguaje técnico puede llevar a confusión, de forma que los contratos se tornan en incomprensibles documentos para las personas que no están acostumbradas a manejar ciertos términos. Queremos que nuestra información sea totalmente transparente y que comprendas cada una de las palabras que suscribes con tu seguro, por ello, te facilitamos una pequeña relación de los términos más comunes que se manejan a la hora de contratar una póliza.

Lo primero que debemos comprender es qué es un seguro. Un seguro es una herramienta financiera que protege nuestro patrimonio frente a contingencias o imprevistos que puedan afectarlo.

Este seguro se formaliza a través de la póliza, que no es otra cosa que el contrato que regula las condiciones bajo los que la aseguradora prestará dicho servicio al asegurado y las obligaciones económicas que este último contrae con la empresa que ofrece el producto. Esta póliza debe contener las condiciones generales del seguro, así como las particulares de cada cliente o los anexos que se estipulen necesarios.

En la póliza quedará plasmada la prima del seguro. La prima no es otra cosa que el precio del seguro que la persona u organización contratante se compromete a pagar para hacer efectiva la póliza. La prima se calculará en función del riesgo, los sujetos y los capitales asegurados, además de las coberturas contratadas. El pago de esta cantidad se realizará en los plazos estipulados en la póliza, pudiendo ser temporal, como ocurre en los seguros para eventos, o renovándose periódicamente, por ejemplo, de forma anual.

 

 

Las partes intervinientes en una póliza

Algunos de los términos que deben quedar claros son las diferentes partes que intervienen en la suscripción de un seguro. Podemos distinguir tres figuras básicas:

  • La compañía aseguradora. En este caso se trata de la entidad que ofrece la garantía y será la responsable de hacer frente al siniestro en el caso necesario. Las aseguradoras funcionan como garantes de la póliza y tienen entre sus objetivos el de ayudar al asegurado en todo momento, de forma que la solución del siniestro y los trámites administrativos no se conviertan en un problema.
  • El tomador de la póliza. El tomador de la póliza es la persona u organización que contrata la póliza y que no siempre coincide con el asegurado. Puede ocurrir, por ejemplo, que una empresa contrate un seguro para sus empleados. En este caso, el tomador será la empresa u organismo que corre con los gastos de la póliza, mientras que los empleados serán los beneficiarios de la misma.
  • El beneficiario de la póliza. Por último, el beneficiario de la póliza será el sujeto que quedará asegurado en el contrato, por tanto, en caso de siniestro la aseguradora le asistirá en el modo en el que haya quedado plasmado en la póliza.

El capital asegurado

El capital asegurado es otro de los términos que debe conocer a fondo el tomador de la póliza, puesto que determinará la cuantía económica que percibirá el asegurado en el caso de que se den las circunstancias para hacer efectiva alguna de las coberturas de la póliza.

 

Las coberturas de la póliza

Las coberturas de la póliza son los compromisos suscritos por la aseguradora para garantizar al beneficiario de la póliza las indemnizaciones pactadas en el contrato entre ambas partes. Dentro de las coberturas que incluye un seguro las hay de distintos tipos. El primero de ello son las coberturas obligatorias, que serán aquellas exigidas por ley al tomador de la misma y que suelen ser el objeto principal de la contratación.

Por otro lado, existen las coberturas opcionales, que son aquellas cláusulas que su suman al contrato de la póliza y que ofrecen al tomador de la misma una extensión del mismo. Este tipo de cláusulas son comunes en las pólizas actuales, ya que las compañías tratan de adecuar lo máximo posible sus productos a las necesidades del cliente.

Estos son algunos de los términos importantes que deben conocerse para entender el contrato de un seguro, sin embargo, cuanto más complejo es el riesgo que quiere garantizarse los contratos serán más complicados, por ello, para asegurar que la póliza que contratamos es la que necesitamos es importante contar con la figura del asesor o el corredor de seguros, que brindará al cliente la ayuda necesaria.

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