Fuga de Información: qué seguro me cubre

Cada día se suceden cientos de millones de transacciones e intercambio de información por minuto en la red. Las empresas confían sus datos más críticos y almacenan información económica y confidencial de sus clientes a través de complicados sistemas de encriptación de datos: big data, data lake, blockchain… Tecnologías que se han colado en nuestro vocabulario diario y que rara vez llegamos a entender. Las empresas de seguridad informática trabajan cada día para desarrollar sistemas más seguros que velen por la seguridad de esta información, sin embargo, los cyber risk, o riesgos cibernéticos siguen estando a la orden del día.

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¿QUÉ ES UN CYBER RIESGO?

El riesgo cibernético no es otra cosa que el peligro que puede suponer la pérdida o filtración de información o datos, que pueda ocasionar un daño reputacional o económico y que puede ser derivado de un asalto al sistema de almacenamiento tecnológico de la compañía.

La fuga de información puede proceder de un ataque al sistema por parte de hackers o también puede estar provocada por un fallo humano. El teletrabajo, la accesibilidad a los datos desde cualquier dispositivo ajeno a la compañía o la falta de formación de los trabajadores que manejan esta información, pueden ser algunas de las principales causas de la pérdida de datos o documentos importantes para la empresa.

Esta pérdida de información, en ocasiones puede redundar en la publicación de información importante y confidencial de clientes y en el consiguiente daño reputacional para la empresa, una falta grave que puede acabar, no solo con la imagen de la compañía, si no con importantes sumas de dinero para hacer frente a las posibles indemnizaciones reclamadas.

CÓMO PROTEGERSE FRENTE AL ROBO DE INFORMACIÓN

Para garantizar la protección de las empresas frente a los robos de información, se han desarrollado productos aseguradores que protegen a las empresas ante posibles perjuicios provocados por un incidente informático.

Las pólizas Cyber garantizan la cobertura económica que podría suponer la pérdida de beneficios, los daños propios, la paralización de la actividad de la empresa, la restitución de su reputación, los gastos judiciales para resolver una posible reclamación de terceros perjudicados y la indemnización a terceros.

Este tipo de seguros no están recomendados solamente a grandes corporaciones, sino que puede contratarse por todo tipo de empresas, independientemente de su tamaño y de su forma jurídica, ya que todas, en mayor o menor medida, confían en sus sistemas informáticos para almacenar datos sensibles, tanto económicos, como de otra índole. La pólizas Berkley Cyber Risk Protect se adaptan al tamaño de cualquier organización.

¿QUÉ CUBRE UNA PÓLIZA CYBER?

El aumento y la capacidad de reacción de los cyberdelicuentes para hackear sistemas, han provocado que los seguros cyber hayan desarrollado un buen número de garantías para dar cobertura a las necesidades de las organizaciones. Algunas de las coberturas más destacadas son:

– Las relacionadas con terceros, como la violación de la seguridad de datos, actividades perjudiciales en medios de comunicación digitales por brecha de seguridad, o el retraso o falta de notificación.

– Los daños propios, tales como los gastos de restauración del sistema informático y de datos, la pérdida de ingresos por interrupción del negocio, los daños por extorsión cibernética, e incluso las pérdidas financieras por delito cibernético.

– La cobertura de procedimientos regulatorios e investigaciones, además del apoyo en la resolución de consultas e investigaciones internas.

Además de estas coberturas básicas, las pólizas que dan cobertura a los cyber riks, cuentan con la posibilidad de ampliar estas en cuestiones como la pérdida de beneficios por la paralización de la actividad o problemas tecnológicos, así como asesoría en la mejora de los sistemas.

Cuando un fallo provoca la pérdida de confidencialidad de sus clientes, los daños pueden ser irreparables, tanto a nivel económico, como reputacional. Contar con una herramienta que sirva de colchón para respaldar un posible fallo o ruptura de la seguridad informática, dará la tranquilidad necesaria, tanto a grandes compañías, como a profesionales autónomos o pequeñas empresas, para poder desarrollar su actividad de forma segura.