Incumplimiento de contrato: Cómo debes actuar
Cuando se firma un contrato, se hace con la tranquilidad de que todo saldrá bien, pero si la otra parte no ha cumplido su parte del trato, surge una situación muy incómoda. ¿Qué hacer ante un incumplimiento de contrato? ¿Qué pasos seguir, qué derechos tienes y cómo puedes defenderte? En este artículo vamos a resolver todas tus dudas sobre cómo actuar ante un incumplimiento de contrato, desde lo más básico hasta el proceso judicial si es necesario.
¿Qué es un incumplimiento de contrato?
Un incumplimiento de contrato se produce cuando una de las partes firmantes no cumple, de forma total o parcial, con las obligaciones que asumió en el documento firmado. Puede tratarse de no entregar un producto, de no pagar una cantidad acordada o de ejecutar una obra de manera defectuosa. Es decir, implica cualquier desviación relevante respecto a lo que se firmó en el contrato.
No todos los incumplimientos tienen la misma gravedad. Hay incumplimientos leves, que pueden resolverse de forma amistosa, y hay incumplimientos graves que te dan derecho incluso a rescindir el contrato y solicitar una indemnización. La ley protege a quien sufre este tipo de situaciones, pero es clave saber cómo actuar para que esa protección sea real y efectiva.
Riesgos por incumplimiento de contrato
Cuando alguien no cumple con lo pactado, no solo se rompe la confianza: pueden aparecer consecuencias económicas, legales y personales importantes. Vamos a ver algunas de las más relevantes.
Daño económico
El primer impacto de un incumplimiento de contrato está en el bolsillo. Si la otra parte no te paga, tú no cobras. Si no te entrega lo acordado, puede que tengas que gastar más para encontrar una alternativa. El incumplimiento genera pérdidas que, muchas veces, tienen efecto en cadena y afectan a otros compromisos que tú mismo tenías adquiridos.
Perjuicio en los intereses materiales
No solo hablamos de dinero directo. Un contrato puede implicar también recursos, materiales, tiempos de entrega o disponibilidad de espacios. Si una empresa no entrega maquinaria a tiempo, por ejemplo, el perjuicio se traslada a toda la cadena de producción. Es decir, los intereses materiales también sufren cuando un contrato no se respeta.
Daños morales
Aunque se hable poco, el incumplimiento contractual puede producir también un daño emocional. Estrés, incertidumbre, pérdida de oportunidades o incluso la afectación a la imagen profesional. Por ejemplo, si un proveedor no cumple y tú quedas mal con tu cliente, el perjuicio no es solo económico: también lo es reputacional.
¿Cómo reclamar un incumplimiento de contrato?
Llegados a este punto, la pregunta lógica es: ¿cómo puedes reclamar si te han incumplido un contrato? Hay distintas vías, en función del tipo de contrato y del nivel de incumplimiento. Lo esencial es tener pruebas claras de lo pactado y de lo que no se ha cumplido.
Reclamación por daños y perjuicios
Esta es una de las vías más utilizadas. Si puedes demostrar que el incumplimiento te ha causado un perjuicio —económico, material o moral—, tienes derecho a exigir una compensación. Esta indemnización por incumplimiento de contrato puede cubrir tanto el daño emergente como el lucro cesante, es decir, lo que has perdido y lo que has dejado de ganar por culpa del incumplimiento.
Para que prospere esta vía, necesitas acreditar tres cosas: que había un contrato válido, que la otra parte incumplió de forma grave, y que ese incumplimiento te causó un daño directo.
Incumplimiento de contrato de prestación de servicios
Este es uno de los casos más habituales. Si contratas un servicio —una consultoría, un mantenimiento técnico, una campaña publicitaria— y no se ejecuta según lo pactado, puedes exigir responsabilidades. El incumplimiento puede ser por no haber hecho el trabajo, por haberlo hecho tarde o por haberlo hecho mal.
Aquí es muy importante el detalle del contrato: si está bien redactado, con objetivos y plazos concretos, será mucho más fácil reclamar.
Incumplimiento de contrato laboral
Cuando el incumplimiento lo comete un empleador o un trabajador, entramos en el terreno del Derecho Laboral. Si una empresa no paga el salario, si no respeta las condiciones pactadas en el contrato o si impone tareas no acordadas, estamos ante un incumplimiento de contrato laboral. En este caso, la legislación laboral ofrece mecanismos específicos de denuncia y reclamación ante los Juzgados de lo Social.
De igual manera, si el incumplimiento lo comete el trabajador —por ausencias injustificadas, bajo rendimiento o desobediencia—, el empresario podrá también actuar conforme a la ley.
Contratos en construcción
En el ámbito de la construcción, los incumplimientos a veces son frecuentes, y bastante delicados: retrasos en los plazos, sobrecostes no pactados, materiales de baja calidad o defectos estructurales. Aquí los contratos suelen incluir cláusulas específicas sobre penalizaciones y resolución de conflictos.
Ante un incumplimiento contractual en la construcción, es fundamental actuar rápido, documentar el daño y consultar con un abogado especializado. Muchas veces el incumplimiento no es evidente al principio, sino que aparece con el tiempo. Por eso, también es importante conservar toda la documentación técnica y las comunicaciones por escrito.
Proceso judicial por incumplimiento
Si no se puede resolver el conflicto de forma amistosa o extrajudicial, no queda más remedio que acudir a los tribunales. El proceso judicial por incumplimiento contractual permite reclamar una indemnización, exigir el cumplimiento forzoso del contrato o pedir su rescisión.
Todo empieza con una demanda ante el juzgado correspondiente. En esta demanda hay que exponer los hechos con claridad, los documentos que acreditan el contrato y el incumplimiento, y el daño sufrido. A partir de ahí, se abre un proceso con alegaciones, pruebas y, en muchos casos, vista oral.
El juez puede fallar a favor del cumplimiento del contrato (obligando a la otra parte a cumplir), a favor de la rescisión del contrato (dejando sin efecto el vínculo) o a favor de una indemnización. En algunos casos se puede conseguir todo a la vez: rescindir el contrato y obtener una compensación económica.
Para este proceso es indispensable contar con un abogado especializado. La complejidad técnica y jurídica del incumplimiento contractual exige un enfoque profesional desde el primer momento. Además, la jurisprudencia en esta materia varía según el tipo de contrato y el daño causado.
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