Hasta hace algunos años, el mercado asegurador era más reducido que el actual, con productos que estaban más estandarizados y en donde la diferencia la marcaba en esencia la gestión de los siniestros. Ahora, la industria del seguro es mucho más global y competitiva, lo que significa que ya no basta con ‘colocar’ seguros, sino que es clave el análisis, la prevención y poder ofrecer una amalgama de soluciones para los riesgos de 360 grados adaptada a cada cliente, en función de sus necesidades y de la industria en la que este opere. Por ello, es fundamental contar con especialistas dentro de la entidad aseguradora que no solo sepan de seguros sino que, también, posean un profundo conocimiento especializado de cada sector y ramo en cuestión.